Balenciaga, ¿el mejor modista de la historia?

Siempre es complicado establecer rankings en cualquier disciplina relacionada con el arte, pero para nosotros es el mejor modista de la historia.
Cristóbal Balenciaga nació en 1895 en el pueblecito vasco de Getaria. Su padre era pescador y su madre costurera. Fue acompañando a esta última cuando conoció a la marquesa de Casa Torres, Micaela Elío y Magallón, que fue la auténtica descubridora del talento de Balenciaga.

Cuenta el modista en una entrevista a Paris Match en 1968 (cosa rara ya que era una persona que no concedía entrevistas), que con 12 años le confeccionó un modelo a dicha marquesa de Casa Torres. Cuenta además Sonsoles Díez de Rivera, Vicepresidenta de la Fundación Balenciaga, que ésta le pagó los estudios con un sastre en Burdeos.

Era un gran conocedor de los tejidos, gusto que aprendió viendo trabajar a su madre. Siente predilección por las materias fuertes, el peso de los tejidos. Muchas de sus creaciones están basadas en pinturas de Zuloaga, Velázquez y Zurbarán, entre otros.

Según un artículo que escribió para Vanity Fair, Boris Yzaguirre, este menciona lo siguiente: “Sin que jamás sepamos si era o no un hombre de derechas, actuó como un astuto empresario. Las tiendas españolas servían como centros de formación para los diseñadores que después se incorporarían a la casa de costura en París. Salían muchos trajes de las tiendas Eisa (en honor al apellido de su madre). Durante esos años, diseñadores como Emanuel Ungaro, Courrèges, Hubert de Givenchy y Óscar de la Rent pasaron por ellas para aprender a coser como el maestro.”

Llegó a tener 500 empleados y cerró sus tiendas por sorpresa en 1968 (año de gran conmoción en Francia), debido a que no eran rentables. Aunque él mismo afirmó que “Balenciaga” se acabaría con él, sin embargo, sus herederos vendieron la marca “Balenciaga” a Jacques Bogart SA.

Poco ha trascendido sobre su vida privada. Ya que no era dado a hacer publicidad y llevaba una vida muy discreta. Tenía un compañero y socio que vivió con él en España y en Francia, Wladzio d´Attainville, un aristócrata polaco-francés. Éste murió en 1948. En su desfile de aquel año todos los trajes fueron negros. “Impuso el luto por su novio a todas las damas elegantes de esa época”, explica Miren Arzallus en su libro “La forja del maestro”. Es más que probable que se deba al luto por D’Attainvile el triunfo del negro como color chic. Se cuenta que el modista nunca lo llegó a superar.

Según Balenciaga, “un buen modisto debe ser: arquitecto para los patrones, escultor para la forma, pintor para los dibujos, músico para la armonía y filósofo para la medida”.

Echad un vistazo a los documentales donde podréis admirar algunos de sus vestidos, que os dejarán con la boca abierta.