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Historia del bañador: Desde los vestidos al tanga
21 de noviembre de 2019
@Kroom2
La historia del traje de baño tal y como lo conocemos comenzó mucho antes del bikini moderno. Hoy en día, la industria nos ofrece una gran variedad de bañadores según el diseño, material y colores. Repasaremos la Historia del bañador: Desde los vestidos al tanga.
A pesar de que se va la playa desde tiempos ancestrales, fue a comienzos del siglo XIX, cuando empezó a haber uniformidad en los atuendos. A principios de este siglo, éste consistía en un vestido blanco de tejido francés o muselina color rosa pálido con mangas largas, guantes y sandalias pálidas. En 1840 se diseñaron los primeros shorts de baños masculinos. No eran muy efectivos porque no tenían elástico y una vez mojados se caían.
En 1890, las mujeres usaban vestidos de manga larga negra hasta la rodilla. Al igual que hoy, las zapatillas de baño eran muy necesarias para protegerse de piedras, conchas o cristales rotos. Estas zapatillas de baño estaban hechas de suelas de paja, se usaban con calcetines negros.
En los años 20s, los hombres se desnudaban de cintura para arriba, mientras que las mujeres seguían con sus vestidos, a pesar de que se redujo el grosor de la tela pesada de los trajes de baño. Según la revista Vogue, en esos tiempos lo más novedoso para el mar es un bañador parecido al maillot. A partir de entonces, las telas empezaron a encogerse.
En 1946, Louis Réard, un ingeniero francés, cambió la moda y por supuesto también cambió la historia del bañador para siempre. Diseñó un bañador de dos piezas, le nombró bikini, en honor al atolón polinesio Bikini, donde se llevaban a cabo pruebas nucleares. De hecho, su primer slogan fue: “El bikini, una bomba atómica”. Tuvo que contratar a una bailarina, Micheline Bernardini para que lo modelara.
Brigitte Bardot, Grace Kelly, Betty Grable, Marilyn Monroe, entre otras, lo lucían en la playa, aunque muchas actrices se negaban a usarlo. Úrsula Andress, una de las “chicas Bond” más emblemáticas aumentó mucho la popularidad. Se fabrica con materiales como la licra para que se adapte al cuerpo femenino. En España esta prenda estuvo prohibida hasta finales de los 60, pero fue levantada gracias a “las suecas”, quienes venían a veranear a España (aunque no todas eran suecas).
En 1974, por querer ahorrar tela se inventan el tanga el cual fue diseñado por el genovés Carlos Ficcardi. Es la prenda más atrevida porque, aunque cubre los genitales, deja gran parte del trasero al aire. En 1971 nace el trikini que une la pieza de arriba con la de abajo. En los 80s, gracias a Jane Fonda, los bikinis son más deportivos y ahora cuentan con tire alto.
En los 90s, gracias a la serie Vigilantes de la Playa, el bikini pierde protagonismo en favor del traje de una pieza. En el 2000 nacen los burkinis en Australia. Y en los 2010s los bikinis toman un aire deportivo, se usan el neopreno y los colores neón.
Ha existido un cambio en la historia del bañador, donde la moda se adapta al consumidor. Existen bikinis más o menos “cheeky”, bañadores de cuerpo entero, slips para los hombres o shorts. Por suerte, atrás quedó la incomodidad de la era victoriana. Así ha sido la Historia del bañador: Desde los vestidos al tanga.
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