Blog
Las Parisienne. Las primeras muñecas maniquí
04 de febrero de 2020
@Kroom2
Las primeras muñecas maniquí de la historia, las Parisienne, lucieron las modas francesas de la segunda mitad del siglo XIX.
Habían aparecido hacia la mitad del siglo XIX, gracias a la fabricante francesa Madame Huret, y solían ir acompañadas de un baúl con toda su ropas y accesorios, un ajuar completísimo que comprendía los más variados conjuntos, desde la lencería y los corsés a los trajes de baile, además de atuendos para todas las estaciones y momentos del día, con los complementos necesarios.
Fueron fabricadas en varios tamaños, por empresas especializadas francesas y alemanas, como Gaultier, Jumeau, Bru, Armand Marseille o Simon & Halbig, y llegaron a ser muy populares en toda Europa.
Numerosos artesanos les hicieron muebles y objetos decorativos a su medida, muy detallados y con alta calidad. También es importante resaltar que muchos talleres franceses de alta costura, en momentos libres de clientas, confeccionaban modelos exclusivos para estas damiselas, que luego se vendían en las más lujosas jugueterías de París y se enviaban por correo a otras ciudades europeas.
Son muñecas con cabeza de porcelana mate, el llamado biscuit, ojos de cristal y peluca de pelo natural o moher, montada sobre cuerpos que representan a una mujer adulta, en diferentes materiales, sobre todo piel de cabritilla.
Pero también en tejido, cartón, cartón forrado de piel, madera tallada e incluso introducen la novedad de los cuerpos en gutapercha, una goma natural parecida al latex, que fue muy popular en la segunda mitad del siglo XIX.
Sus peinados también reflejan la estética y las modas de la época y para realizarlos usaban pequeñas horquillas, peinecillos y otros accesorios de peluquería en miniatura
A partir de 1860 aparece por primera vez un nuevo tipo de muñecas, las muñecas bebé y niña, que reflejan una mentalidad burguesa conservadora, mas acorde con los nuevos tiempos, ya que significan que a las niñas solo les interesa desarrollar y aprender un papel como esposas y madres.
La muñeca maniquí, sin embargo es neutra y permite a la niña proyectar sus sueños como mujer adulta, de una forma mucho mas creativa y abierta.
Las Parisienne abandonaron definitivamente las habitaciones infantiles, por medio siglo, a partir de 1900-1910, aunque las muñecas a la moda no se dejaron de fabricar, pero ahora dirigidas a un público adulto, como suvenir o adorno en salones, tocadores, camas y sofás.
*Todas las fotos son de la casa de Subastas Theriault.
Comparte esta noticia!