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Los 10 vestidos más icónicos de la historia
12 de enero de 2021
@Kroom2
Para responder de forma más detallada estas preguntas vamos a dar un viaje por el pasado y recordar algunas de las prendas más icónicas de la historia. Los 10 vestidos más icónicos de la historia.
Empezamos con uno de los vestidos más icónicos de la historia. Si te interesa la moda seguramente que conoces este diseño. Tanto es así que en la actualidad, seguimos utilizando sus diferentes variaciones y evoluciones.
En 1920, en Europa, las mujeres comenzaron a usar vestidos sin corsés, faldas que llegaban a mostrar los tobillos, etc. Los vestidos eran muy coloridos, con bordados, estampados y otros adornos, y de repente en 1926, Gabrielle Chanel presenta un vestido que era elegante, bastante corto y extremadamente simple en cuanto a color. En ese momento el color negro estaba guardado para situaciones especiales, como el luto o el uniforme de los sirvientes.
Vogue llamó a este vestido “EL VESTIDO FORD” en referencia al automóvil y nuevo modelo presentado, el Ford T. Los dos tenían la característica de ser elegantes y sencillos al mismo tiempo (ambos de color negro).
Al lanzar este diseño Chanel presenta no 1, si no 3 versiones del L.B.D, una versión diurna en crève, otra satinada y otra versión de coctle.
Más tarde Chanel comentó en una entrevista “Yo impuse el negro y aún hoy en día sigue en pie, porque el negro borra todo lo que hay alrededor”.
Otro de los 10 vestidos más icónicos de la historia, un vestido muy icónico y popular, que todos los conoceréis. En 1955 Marilyn Monroe actuó en la película “La tentación vive arriba”, pero no fue esta la que pasó a la historia, si no la escena en la que Marilyn se encuentra en el metro, parada encima de una rejilla en la ciudad de New York, cuando una ráfaga de aire que sale de esta le levanta el vestido.
El vestido fue diseñado por Troy Miller, este se compone de un cuello halter, escote profundo, tejido de rayón y acetato, pero sin la figura reloj de arena de Marilyn el look no hubiese sido lo mismo.
La escena tuvo mucha polémica, ya que en esa época podía parecer exhibicionista y algo inapropiada para filmar, por ello se dice que esta fue una de las principales razones de su divorcio (estaba casada con Arthur Miller).
En 2011 el vestido fue subastado por 4.600 millones de dólares.
Este vestido fue también un gran icono de la moda. En 1961 Audrey Hepburn fue elegida para actuar en Breakfast Tiffany’s (Desayuno con diamantes es el nombre en español), así que sabía que el diseñador que debía de vestirla era
Givenchy.
El vestido era de satén italiano y mostraba mucha pierna, por lo que al director de la película no le gustó. Entonces llamaron a Edith Head, quien era una importante diseñadora del momento, que modificó la parte baja del vestido para que fuese menos “sexy”.
Por lo que el vestido de la película no es el original de Givenchy, el original fue presentado por primera vez al público en 2006 por Natalie Portman en la portada de Harper’s Bazar, ese mismo año el vestido original de Givenchy fue subastado por 470 mil libras aproximadamente. Sin duda, merece estar en la lista de los 10 vestidos más icónicos de la historia
En 1962 por los 45 años del expresidente Kennedy, Marilyn subió al escenario y cantó el cumpleaños feliz.
El vestido fue diseñado por Jean Louis (diseñador del vestuario de Hollywood), en tonos cercanos a su color de piel, lleno de pedrería y muy ceñido, con una cremallera en el centro de la espalda.
Se dice que a Marilyn no le pareció lo suficiente pegado al cuerpo, así que hicieron los ajustes finales en ella, haciendo el vestido más ajustado. Entonces ¿Qué pasó en el escenario?
Los focos se encontraban detrás de Marilyn, por lo que estaba iluminada por la espalda, lo que hacía que el vestido pareciera completamente transparente, en cambio los diamantes de imitación deslumbraban alrededor del cuerpo de Marilyn, lo que creó un efecto bastante mágico. Esta fue su última aparición pública antes de su muerte.
Lo que poca gente sabe es que este vestido fue inspirado en el diseño que llevó la cantante Marlene Dietrich durante uno de sus conciertos, pero el que pasó a la historia fue el de Marilyn. El vestido de Marilyn Monroe fue subastado en 2016 por 4.800 millones de dólares.
En 1965 Saint Laurent presentó 6 vestidos que forman parte de la colección Modern Young, (joven moderna en español) inspirada en el pintor modernista Piet Mondrian.
Los 6 diseños eran de lana gruesa para que caigan rectos, cada “cuadrado” era una pieza única separada de las demás.
Se ven bastante simples, pero en realidad son vestidos de alta costura, que requieren un patrón único en su época, creando una silueta muy moderna antes de los años 70. El diseño se hizo tan popular que Saint Laurent realizó los patrones disponibles para su venta en colaboración con Vogue, de modo que las mujeres podían reproducir y coser en su casa su propio vestido de Mondrian, sin duda uno de los 10 vestidos más icónicos de la historia
En 1974 Diane Von Fürstenberg inventó un vestido super cómodo, tejido de algodón y rayón que seguía los contornos del cuerpo y tenía muy buena caída, el Wrap dress (vestido cruzado en español).
Ese mismo año Diana Vreeland (jefa de la revista Vogue en ese momento) hace público el diseño y en 1976 ya había vendido más de un millón de vestidos cruzados, también gracias a las nuevas tecnologías del momento.
Un diseño que cambio completamente la sensación de un tejido en el cuerpo. Además de esto Diana se centro mucho en las impresiones, empezando por el animal print, un estampado que aporta sensualidad y confianza, hasta terminar con una infinidad de estampados, flores, formas geométricas e incluso estampados abstractos.
Actualmente seguimos encontrándonos con este diseño que sigue siendo muy popular y utilizado en la sociedad en sus diferentes variaciones.
Este vestido tiene una historia detrás bastante interesante.
Damos un paso grande hasta 1994, en Reino Unido, cuando la princesa Diana se separa del príncipe Carlos. Poco después de que el príncipe Carlos admitiese en público haber engañado a la princesa, esta tiene un evento, en el que su conjunto diseñado por Valentino fue filtrado por la prensa, así que decidió llevar ese vestido diseñado por Christina Stambolian para ella hace 3 años.
Diana lo encontró demasiado atrevido, pero después de su ruptura parece que la
princesa cambio de opinión, por ello fue apodado “el vestido de la venganza”. El vestido era de seda negra, con los hombros caídos, un escote corazón bastante profundo, drapeado y ajustado a su silueta.
Seguimos en el año 1994, nos encontramos en la presentación de la película “4 bodas y un funeral”. Hurley se presenta en el evento acompañando a su novio, Hugh Grant (actor de dicha película) con un vestido diseñado por Gianni Versace de lo más sensual y moderno.
Un vestido largo y negro, tejido de licra y seda, con imperdibles dorados de gran tamaño ubicados en las aberturas del vestido, cuenta con un escote bastante profundo y dos tirantes en cada hombro que sujetan el vestido al cuerpo.
Se dice que el vestido está inspirado en el estilo “neopunk”.
Hurley afirmó en una entrevista que ese vestido fue un favor que le hizo Versace porque ella no podía comprarlo, “Su gente me dijo que no tenían trajes de noche, pero quedaba una prenda en la oficina de prensa, asique fui hasta allí, donde me dieron una bolsa de plástico con el vestido dentro”.
Sin embargo, a algunos el vestido les pareció demasiado indecente, revelador y de mal gusto, en respuesta a estas críticas Hurley dijo, “a diferencia de muchos diseñadores, Versace realiza diseños para celebrar la forma femenina en vez de eliminarla”.
Más tarde celebrities como Lady Gaga o Jennifer Lawrence han utilizado diferentes versiones del That dress.
Pasamos al año 2000, Jennifer se presentó a los Grammys con un vestido de lo más sexy. Este fue diseñado por Donatella Versace, tejido de gasa de seda, en forma de bata cae hasta los pies, cuenta con una especie de broche debajo del ombligo que termina con el escote y cierra la parte inferior del vestido, además del popular estampado jungle print.
Lo curioso de este vestido es que gracias a él se creó la herramienta de “Google Images”. ¿Os lo podéis creer? Esta se creó después de que millones de personas entraran en internet para ver el vestido que Jennifer López llevó en los premios Grammy del año 2000. Parece que a Jennifer también le encantó este vestido, porque después de este momento, la cantante ha llevado diferentes variaciones de este diseño innumerables veces.
Por último, uno de los vestidos más conocidos de la historia. No tiene un patrón único, ni un excelente diseño, si no que provocó una gran polémica.
En 2010 Lady Gaga fue nominada por 13 premios diferentes en los MTV Music Video Awards.
Enfocada en la noche, decidió llevar carne de vacuno cruda como vestido, zapatos, sombrero y bolso. El atuendo inicio una gran controversia, por un lado, los activistas por los derechos de los animales lo condenaron y por otro la revista Time lo clasificó como la principal declaración de la moda del 2010.
Mas tarde Gaga explicó que el atuendo era una declaración política. “Este look no es una falta de respeto a nadie que sea vegano o vegetariano, como sabes soy el humano más libre de juicios en la tierra, sin embargo, para mí esta noche tiene muchas interpretaciones, si no defendemos lo que creemos y si no luchamos por nuestros derechos pronto vamos a tener tantas obligaciones y restricciones como carne sobre nuestros propios huesos”.
Aun así, todos sabemos que este vestido no era agradable, ni moral, ni estéticamente atractivo, pero si que tiene algo en común con los demás vestidos, que nos lleva a la pregunta inicial, ¿Qué tiene un vestido para ser icónico? Los 10 vestidos más icónicos de la historia tienen estas características:
Lo primero y más importante debe ser usado por un personaje público.
Lo segundo es el color negro, si os fijáis el color negro se encuentra en la mayoría de los vestidos de los que hemos hablado, es un color elegante, innovador y sencillo. Y por último, crear un escándalo, que sea demasiado corto, demasiado sensual, demasiado polémico e incluso que este fuera de lugar.
Escrito por Lorena Nieto
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